Trastorno del deseo masculino: mito o realidad

Trastorno del deseo masculino: mito o realidad

Contrariamente a la creencia popular, la falta de deseo existe tanto en hombres como en mujeres. Actualmente, aproximadamente el 15% de la población masculina sufre este tipo de disfunción sexual.

Cómo funciona el deseo en los hombres

Nos sorprendería que un hombre no quisiera hacer el amor con su esposa. El funcionamiento del deseo humano es un proceso complejo que involucra los cinco sentidos, a saber: vista, olfato, gusto, tacto y oído. Para despertar el deseo en un hombre, primero se necesita un estimulante que excite todos estos sentidos, desde el cerebro hasta la columna vertebral. Este proceso no debe interrumpirse para despertar la envidia. La hormona que influye en la libido masculina es la testosterona, y es esta última la que desencadena el deseo. El deseo entonces varía según el nivel de esta hormona en los hombres. Tener deseo es lo más natural en los hombres, pero desde hace un tiempo vemos que muchos hombres sufren de deseo sexual hipoactivo.

El desorden del deseo en un hombre.

Muchos hombres sufren de trastorno del deseo y se lo guardan para sí mismos. Pero el comportamiento que muestran hace que detecte este problema fácilmente. Estamos en presencia de un trastorno del deseo cuando la falta de apetito sexual es muy frecuente durante un determinado periodo de tiempo. Primero debemos hacer la diferencia con el trastorno del deseo y varios otros conceptos relacionados. Otras disfunciones sexuales que se pueden detectar en los hombres son la eyaculación precoz, la disfunción eréctil y la anorgasmia.

– La eyaculación precoz y el trastorno del deseo son dos cosas diferentes. El eyaculador precoz logra tener la urgencia, pero no es capaz de contener su eyaculación, sin hacerlo voluntariamente. – La disfunción eréctil o impotencia, por el contrario, es la disfunción eréctil o el hecho de no tener una erección de forma bastante frecuente o definitiva. En este caso, el deseo puede existir, pero la persona no logra tener un pene firme y agrandado. – También hay anorgasmia en los hombres. A diferencia del trastorno del deseo, cuando el hombre se ve afectado por la anorgasmia, puede disfrutar, pero sin sentir placer ni deseo. – El trastorno del deseo es una disfunción sexual detectable en el hombre cuando éste no experimenta deseo de forma ocasional, periódica y/o frecuente.

Las causas diagnosticadas en los hombres

Pocos hombres se atreven a admitir que tienen un trastorno del deseo. Las causas de esta disfunción sexual en los hombres son numerosas, pero en general, distinguimos dos de ellas que son en particular psicológicas y médicas. El origen del trastorno está ligado a la psicología cuando se produce tras un acontecimiento que habría influido en el individuo. Esto puede deberse a una experiencia previa que puede ser la práctica del sexo mecánico o el hecho de haber tenido relaciones sexuales demasiado pronto. Pero este trastorno también puede ser desencadenado por un evento más cercano como el estrés o la depresión. Hablamos de un motivo médico cuando el trastorno se debe a una ingesta masiva de medicación que provoca este problema. Este es el caso del tratamiento de la diabetes. Ya sea por un motivo psicológico o por un motivo médico, el deseo sexual hipoactivo no es grave, ya que existen ciertas formas de remediarlo.

Remedios para el Trastorno del Deseo

Cuando uno está en presencia de las causas mencionadas anteriormente, generalmente tiene la elección entre el tratamiento con terapia sexual o tomando medicamentos. Sobre todo, el sexo es una cuestión de psicología. Además, para tratar un trastorno del deseo, es necesario acudir a un terapeuta. Este último podrá determinar las causas reales de esta disfunción después de algunas sesiones. Este tratamiento le permite hacer un balance de su pasado y desligarse de él. El tratamiento farmacológico, en cambio, consiste en inyectar testosterona, sabiendo que el deseo depende del nivel de esta hormona en los hombres. Este segundo tipo de remedio es sólo temporal. Hoy en día, existe un gran número de consultas con sexólogos, la mayoría de las cuales son por deseo sexual hipoactivo.

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