Tratamiento de la impotencia masculina con hipnosis

Tratamiento de la impotencia masculina con hipnosis

La impotencia conduce a un malestar creciente en los hombres. Ya sea que sus parejas sean comprensivas o no, los hombres con disfunción eréctil suelen desarrollar sentimientos de culpa. Este trastorno puede causar angustia emocional y, con demasiada frecuencia, es motivo de vergüenza. Sin embargo, la impotencia no es una fatalidad contra la cual nada es posible. La hipnosis es una técnica bastante común que te permite superarla, sobre todo si es de origen psicológico.

Primer paso, entender de dónde viene el bloqueo

La primera sesión con el terapeuta suele ser un contacto verbal. Como es una psicoterapia, el paciente debe poder revelarse poco a poco. El especialista le hace preguntas que a veces parecen simples, a veces incongruentes, pero que ayudan a comprender la causa principal de la ruptura sexual. Puede ser el miedo a no poder satisfacer a la pareja o una caída en la atracción sexual que impacta en la libido. Después de determinar el origen de la impotencia, se introduce al paciente en la hipnosis propiamente dicha. El terapeuta le explica el curso de las terapias por venir. La primera sesión de hipnosis permite al paciente considerar su futura sexualidad con más confianza.

Dos sesiones para recuperar el control

La segunda sesión lleva al paciente al trance hipnótico. Debe llorar lo que ha envenenado su realización sexual: la culpa, los miedos, el dolor… para poder sacar nuevos recursos de lo más profundo de sí mismo. En la tercera sesión, el terapeuta llevará a su paciente a un estado hipnótico profundo que le permitirá liberarse por completo de las garras de su dolor pasado. Está en proceso de adquirir una nueva identidad que podrá aceptar para superar su trastorno. Cada una de estas sesiones comienza con un diálogo durante el cual el terapeuta indaga sobre los cambios observados por su paciente, con el fin de orientar mejor su enfoque.

La cuarta sesión por la autonomía total

Tras la entrevista verbal que permite al terapeuta conocer la evolución de su paciente, aprende ciertas técnicas de autohipnosis. Al ser esta la última sesión, el paciente debe ser capaz de gestionar sus emociones, sentirse seguro, reconciliarse con su cuerpo y aprender a quererse a sí mismo. El resurgimiento de la autoestima y la ruptura con las frustraciones pasadas abren la puerta a una sexualidad sana y plena. Por supuesto, cada paciente es único. Los enfoques utilizados y la duración de las sesiones son, por lo tanto, variables, pero el resultado esperado después del cuarto encuentro es siempre el mismo: un sentimiento de paz, liberación y mucha confianza.

El papel del socio

Si el hombre se ve afectado principalmente por la impotencia, su pareja sufre las consecuencias y puede sentirse frustrada también. La pareja podría fracasar seriamente si la comunicación no tiene lugar. La mujer debe ser capaz de ser comprensiva con su hombre. Además de la terapia hipnótica a la que se somete, la estimulación natural y sin presiones de su pareja puede ayudar a un hombre afectado por la impotencia a encontrarse de nuevo en su apogeo sexual. No lo presiones “exigiendo una erección” sino estimulándolo para que lo consiga.

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